Una persona que quiero mucho me dijo el mejor cumplido que puede recibir una mamá. “Eres una madre muy amorosa”, me comentó. La segunda parte de la frase, sin embargo, ya no fue tan amable. “Pero te falta autoridad”.
¡Toing! ¿Qué quiso decir esta persona? Pues nada, que según ella mi hijo mayor me ama y me adora, pero que a veces no me obedece porque no soy lo suficientemente rígida con él.
Entonces me explicó varias situaciones. Me dijo, “A un hijo no le debes dar opciones; debes decirle lo que tiene que hacer. No tienes que contarle hasta tres; debes cumplirle un castigo o una reprimenda en cuanto no haga lo que le pides”, y cosas por el estilo.
Entonces comencé a analizarme. Y tenía razón mi amiga. En ocasiones soy bastante flexible con mi hijo, pero no tanto como para que haga lo que le dé la gana. Si no se deja lavar los dientes le advierto que si no cede me le voy a montar y se los voy a cepillar a fuerza, cosa que odia. Se lo digo tres veces; la siguiente se lo cumplo.
No me ofendió lo que mi amiga me dijo porque es una persona que ya pasó por lo que yo estoy pasando. Y la respeto porque me gusta cómo educó a sus hijos, ahora ya adultos.
Me ha funcionado tener siempre presente que mis hijos son seres inteligentes y que debo tratarlos como tal. Sin embargo, sé que en el camino cometeré muchos, muchísimos errores.
Mi amiga en cuestión tuvo varios hijos; todos son maravillosos excepto uno. ¿Por qué? No lo sabe. Le da vueltas y vueltas a la cabeza y no acaba de entenderlo. Y por eso escucho sus consejos, en lo que según ella falló como madre. Dice que si volviera a tener la oportunidad sería una mamá muy diferente. Sin embargo, eso es imposible.
Entonces me di cuenta de algo. Si quieres ser una mamá perfecta -si es que eso se puede-, debes escuchar a las madres que ya terminaron de criar a sus hijos. Ellas te dirán qué les funcionó y qué no. Tú puedes decidir si tomas o dejas el consejo.
Lo cierto es que eso de ser mamá es una tarea que se aprende día con día. Cuando por fin aprendes ya pasaron los años, y a veces es demasiado tarde. Solo el tiempo te dirá si fuiste una mamá perfecta. Mientras tanto, a seguir tratando de serlo.
¿Conoces a una mamá perfecta? ¿Te han dicho algo como lo que me dijeron a mí?