Angélica Juan y José Merino tuvieron una clase, con un maestro de primera, acerca de lo que es el arte abstracto. Kaz Oshiro, quien actualmente expone en una galería satélite de LACMA (Los Angeles County Museum of Art), le mostró a estudiantes de primaria cómo crear una pieza artística con utensilios que podrían tener en casa.
José, de 11 años, no lo pensó dos veces. Tan pronto recibió las instrucciones se puso a dibujar en su pequeño lienzo negro. El fin era que cada alumno, todos de la Charles White Elementary School -donde se encuentra la galería satélite- , hiciera una porción de lo que sería la obra maestra: una tela del tamaño y forma de un contenedor de basura, en donde se pegarían todas las creaciones de los pequeños artistas.
El ejercicio fue parte de las actividades docentes de Oshiro como expositor del LACMA. Actualmente, y hasta el 7 de junio, exhibe “Kaz Oshiro: Chasing Ghosts”, en un salón de la primaria que alguna vez fue el campus del Otis College of Art and Design, en donde Charles White, un artista local, fue maestro.
En esta ocasión, primero participaron estudiantes de cuarto grado, y después hubo sesión con niños de quinto. Todos ellos eran latinos, puesto que esta escuela, que pertenece al Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, está ubicada en una de las áreas de esta urbe con mayor concentración de hispanos. La primaria Charles White está localizada frente al parque MacArthur, a unas seis millas al oeste del centro angelino.
Antes de la llegada de los estudiantes de quinto, conversé por un rato con Kaz, un chico de baja estatura y cuerpo atlético. Me contó que llegó a la ciudad originario de Okinawa, Japón, en los 90, con la simple intención de explorar esta parte del país y de estudiar la preparatoria.
Su plan era dedicarse a los negocios, pero a gran escala. Su padre es un pequeño empresario en Japón.
“Yo quería hacer algo más grande que lo que hace mi padre”, dijo. “Quería estudiar administración de empresas”.
Sin embargo, terminó cursando arte en la Universidad de California en Los Ángeles.
“Nunca pensé que viviría de esto; sabía bien lo difícil que es vivir del arte”, reconoció. Pero no contaba con que al terminar sus cursos en la universidad alguien expondría sus obras. Luego alguien más, luego alguien más, hasta que su pasión se convirtió en su forma de vida.
Ahora es un creador ampliamente reconocido localmente, y por eso LACMA, una respetada institución de arte a escala internacional, lo invitó a montar “Kaz Oshiro: Chasing Ghosts”, muestra en la que se incluyen piezas que ya son parte del museo así como trabajos nuevos.
Oshiro, de 47 años, se ha dado a conocer con esculturas que reflejan la realidad diaria; usa objetos como hornos microondas, contenedores de basura -de ahí que los chicos recrearan un mural de tela para su proyecto- y archiveros.
En esta muestra, LACMA tiene expuestas, además de varias obras de Kaz, un mural que el artista creó en colaboración con estudiantes de la primaria, en el que se exploraron varios métodos y técnicas para pintar, como una bicicleta. Esta foto es el resultado final.
Y este es el mural que los chicos de quinto año crearon en el taller al que asistí.
Al final, Angélica Juan me mostró airosa su trabajo, un corazón con la palabra “Hi” en el centro, una muestra clara de que se divirtió en la sesión. Vean en esta galería fotos de la sesión con Kaz.
La galería abrirá el 7 de junio de 12 a 4:30 p.m., último día de la exhibición de “Kaz Oshiro: Chasing Ghosts”. Gratis. Entrada por la esquina de Park View y bulevar Wilshire, Los Ángeles.
Fotos: Victoria Infante