Hay varias actividades que quiero repetir el próximo año en la víspera de navidad. Una de ellas es volver al Holiday Sing-Along de la LA Phil, al que asistí pocos días antes del 25 de diciembre.
Por años escuché hablar de este concierto, que ya es toda una tradición en el Walt Disney Concert Hall, uno de mis teatros favoritos. Sin embargo, con eso de que soy medio Grinch, siempre lo evité, o más bien, nunca me llamó la atención.
Pero después de tener hijos, tu vida ya no es la misma, tu tiempo ya no es tu tiempo y tus gustos ya no son tus gustos. Vives a la merced de los amos y señores de la casa, es decir, las pirruñas que pariste y que creíste que ibas a manejar a tu antojo (nada más alejado de la realidad).
Solo que esta vez fui yo quien sugirió ir al evento. Solo me llevé a Víctor, el mayor de mis hijos, porque pensé que Jorge Mario, de 2 años, no estaba preparado para “comportarse” en una sala de conciertos.
Pero la primera en sorprenderse por la cantidad de niños de todas las edades que había fui yo. Había chiquitos, medianos, grandotes, e iban acompañados de sus papás, de sus abuelos, de sus vecinos. Todos con algo en común: gozaron montones la hora y media que duró el concierto.
Pero, ¿qué tiene de particular? Muchas cosas, una de las más relevantes es que cada año tienen un invitado especial distinto. El de este diciembre fue la actriz Melissa Peterman, y no saben cómo nos hizo reír. Primero porque se coló entre los miembros del Angeles Chorale vestida de galleta, y estaba aferrada a que sabía cantar muy bien. Pero con ese traje difícilmente pudo pasar inadvertida, así que el conductor de la orquesta, John Sutton, le permitió quedarse en el concierto, pero antes tuvo que ir a ponerse un atuendo menos, digamos, colorido.
De ahí en adelante sabes que el resto del show no será nada común. Luego de eso Melissa se vistió de árbol de navidad, de Santa Claus y de cuanto personaje navideño le plació. Y también, luego de que se ganó la simpatía de John y del anfitrión, David Prather, cantó y bailó sin restricciones.
El programa musical también es una de las estrellas del concierto, y lo mejor para gente como yo –que no se sabe muchas canciones–, es que al entrar te entregan la lista de los temas, con todo y letra, de lo que se va a interpretar.
Así que no tienes pretexto para no echarte tus mejores notas en “Joy to the World”, “Deck the Hall”, “Jingle Bells” y, ¿cómo podría faltar?, “Feliz Navidad”. En total son 12 temas en el programa, que incluye las salpicadas de Jessica y de David, que no es menos ocurrente que la actriz.
Eso sin contar que si llegas antes del show te toca chocolate calientito y te puedes tomar una foto con Santa, quien, por cierto, casi al final entra al escenario para saludar al público.
Para este año me pienso llevar a toda la familia y a quien se deje. Y es que este es uno de los pocos conciertos en una sala o teatro “serio” al que puede asistir gente de todas las edades. Es una manera, digamos, sutil de introducir a los niños a este tipo de recintos, a donde espero que vayamos muchas veces en nuestras vidas.
¿Ya hiciste tu agenda para este año? Apunta en tu lista el Holiday Sing-Along. Te garantizo que te vas a hacer fan del evento.