Esta campaña ha sido compensada por Collective Bias, Inc. y su anunciante. Todas las opiniones son propias. #LoveAmericanHome #CollectiveBias
Las fiestas familiares en casa de tía Angelina eran celebraciones a todos los sentidos. Había comida sabrosa, decoración en cada rincón, no importa qué tan pequeño fuera, música como tocada por ángeles, charlas interminables y esencias, muchas esencias.
Para mis hermanos y para mí era como llegar a Disneylandia. Mientras los adultos se congregaban en la cocina o en el comedor -como buena familia latina- los chicos nos dedicábamos a inventar mil aventuras en cuanto recoveco encontrábamos. Las invenciones no tenían fin.
La tía Angelina tiene un espacio muy especial en mi memoria y en mi corazón porque fue todo lo que uno puede pedir de un pariente así. Era paciente, cómplice, buena para guardar secretos y, sobre todo, siempre tenía un oído dispuesto a escuchar.
Por eso ahora, cada Día de los Muertos, mis hermanas y yo la recordamos y la veneramos con un altar. En México, de acuerdo con la tradición, esta fecha sirve para traer a la vida lo que nos hizo feliz de una persona que ya no está entre nosotros. Y al mismo tiempo, considerando que el espíritu de este ser querido viene de visita desde el más allá, se le ofrece lo que más le gustaba mientras estuvo en este mundo.
Así que por eso, en esta ocasión, coloqué en el altar dedicado a tía Angelina su cafecito negro, algo que ella solía servir y beber luego de que sus comensales terminaban de engullir sus deliciosos platos.
Pero como también era amante de las esencias, no podían las velas aromáticas en su altar. Tía Angelina adoraba que su casa oliera bonito. Así que las que compré en Walmart, en la sección de Hogar y de Velas, son especialmente para evocar todas esas memorias que dejó en nuestros corazones.
Elegí varias de las velas American Home by Yankee Candle -como Shades of Fall, de 19 onzas, que cuesta $14.93; Fresh Apple de 4 onzas, que cuesta $4.93, y Banana Walnut Bread, de 1.75 onzas que vale $1.43- porque la casa de tía Angelina era un tuttifrutti de esencias.
Usualmente ponemos el altar en casa dos semanas antes del Día de los Muertos. Y la noche de esta fiesta nos reunimos las hermanas que estamos cerca para conversar sobre la tía Angelina, como si ella estuviera aquí.
Todas nos servimos café negro y colocamos una taza adicional en la mesa. Le ponemos una cucharadita de azúcar y una rajita de canela. Así le gustaba tomarlo a la tía. Sabemos que le sigue gustando.
¿Y tú, quién recuerdas con más cariño y cómo se lo venera en tu país?
dailycurlz dice
Que bella historia, gracias por compartir la celebración de tu tia Angelica y sus olores favoritos de Yankee Candles #client