Cuando te sientas muy a gusto a ver una película o el fútbol en tu casa con un bote de palomitas de maíz en las piernas, ¿te has puesto a pensar en lo que te estás comiendo?
Si las palomitas no tienen más que una pizca de sal, felicidades, estás comiendo un bocadillo de los más sanos. Pero si no, hum, déjame darte una mala noticia.
Este delicioso y súper económico “snack” es uno de los alimentos más saludables que pueden llegar a tu panza. Sin embargo, antes de correr al supermercado a comprar más bolsitas para el microondas debes considerar varios aspectos no tan saludables sobre este producto cuando es procesado.
Para comenzar, cada año se venden en Estados Unidos toneladas y toneladas de palomitas de maíz. De acuerdo con el sitio popcorn.org, los estadounidenses consumen unas 16 mil libras de este alimento anualmente.
Se trata de uno de los productos enteros más nutritivos y sanos que puedas encontrar en el mercado. Pero, ojo, consumirlo preparado en bolsas para el microondas puede ser tu peor elección.
El problema es que los fabricantes, para evitar que se sequen las bolsas de papel en las que están empacadas, les agregan una serie de productos químicos que se han comprobado que son nocivos para la salud.
Eso por una parte. Por otra está el aceite de semilla de soya hidrogenado parcialmente, un ingrediente que invariablemente tienen las palomitas en bolsa. Eso, en otras palabras, es la grasa trans, un producto que se ha comprobado que produce cáncer e infertilidad.
Así que mejor te damos la mejor receta –y la más sana- para preparar tus palomitas de maíz. Si las consumes así estarás aprovechando al máximo las propiedades de este bocadillo.
Palomitas al horno
En una bolsa de papel echa un cuarto de taza de semillas de maíz.
Métela al microondas por dos minutos.
Ponlas en un recipiente y agrégales sal, pimienta, sal de ajo, sal de cebolla, limón, canela o salsa picante; lo que más te guste. Y a disfrutarlas.
Y si vas al cine, pide tus palomitas “plain”, sin nada más que un poco de sal. No les agregues mantequilla líquida, que también es mala para la salud y aumenta cientos de calorías a tu dieta.