Cuando era chica, la peor ofensa que se podían decir los niños con los que me juntaba era, “Pareces niña”, o, “Lloras como niña”. Y era muy común jugar a, “El que llegue al último es ‘vieja’”. Entonces hasta las amigas corríamos despavoridas para llegar a un punto antes que todos y, ¿no ser niña? Crecí […]