Cuando Carolina Toro-Gerstein diseñó el Poncho Baby Nursing Cover -un delantal para amamantar-, ya había probado tres distintos, de los cuales ninguno le satisfacía 100 por ciento.
“Amamanté a mi hija mayor 15 meses […] Todo lo que había eran ponchos cortos, o como tipo delantal, todos estampados, como los de la cocina”, recordó Carolina, una exitosa exejecutiva de corporaciones como CitiBank y Oracle que dejó su trabajo para fundar Poncho Baby, una empresa dedicada a la fabricación de productos de tela para mamás con bebés. “De los que probé uno me gustó porque podía ver al bebé, otros porque no tenían tanto color”.
El resultado de su creación fue un delantal con todas las características que le habían gustado a Carolina de los ponchos que había usado.
“Me saqué la leche en la oficina por más de seis meses”, contó esta mamá originaria de Colombia y radicada en Los Ángeles.
Con esa experiencia encima, Carolina pensó en lo que debería proporcionar su delantal a las mamás que amamantan. Lo principal era que debería tener varios usos, y no solo cubrir a la madre que alimenta al bebé. Entre esos, usarse como cobija ligera, como capa para cubrirse la espalda (“En las oficinas hace mucho frío por el aire acondicionado”, dice Carolina), como cubierta para tapar al bebé cuando está en su silla y como sábana para recostar al niño.
En una reciente visita que hice a Santa Monica, no conté con que el clima estaría un poco frío. Yo no llevaba nada para taparme, así que tomé el delantal que Poncho Baby me proveyó para reseñar y me lo puse encima. A pesar de lo ligero me protegió del frío incómodo que hacía en esa playa.
Lo que más gustó de esta prenda fue el material con el que está fabricada, además de los colores neutros que hay disponibles. Mientras que otros delantales que yo usé con mi hijo Víctor estaban hechos con telas sintéticas, el de Poncho Baby está manufacturado con algodón 100 por ciento, conocido como muselina, una fibra ultraligera y porosa, tipo gasa, que permite que el bebé respire sin problema y se mantenga fresco.
La prenda, disponible en versiones orgánica y no orgánica, tiene además un arco flexible en el cuello que permanece levantado para que puedas ver al bebé mientras lo amamantas.
Otra ventaja que me gustó del producto es que no está estampado, como delantal de cocina, tal como describió Carolina. Estoy de acuerdo con que los dibujos proyectados a contraluz distraen al bebé justo cuando debería estar en un momento de paz y en comunión con mamá.
El delantal clásico cuesta 48 dólares; el orgánico 58. Lo puedes comprar en línea, así como otros productos para bebés que ha diseñado Carolina, en PonchoBaby.com y en 30 tiendas en Estados Unidos (la lista de distribuidoras está disponible en el sitio oficial). También lo puedes adquirir en Amazon.
¿Cómo ha sido tu experiencia con los delantales para amamantar? Cuéntanos en este espacio.