Voy a decir algo que podrá provocar que los más sabiondos de la cultura de los superhéroes se rían de mí: Yo no sabía de la existencia de Doctor Strange hasta que fui convocada a cubrir el día de prensa que Marvel Studios ofreció a propósito de esta cinta, que se estrena el 4 de noviembre.
¿Me siento mal por eso? No. Reconozco que mis conocimientos acerca de este universo es limitado –tan limitado como las caricaturas sobre los más populares superhéroes que vi de niña–, pero no veo nada de malo en eso. Hay millones de madres como yo, que nos hemos visto “forzadas” a entrar a este y otros mundos gracias a la influencia que ejercen otros niños en nuestros hijos. Así, creo que poco a poco me estoy convirtiendo en experta de Pokémon, la actual obsesión de mi hijo de 5 años.
Fue en la conferencia de prensa, en la que participaron el director, el productor y varios de los actores de “Doctor Strange”, donde me enteré que este personaje hizo su debut en 1963 en el cómic de Marvel, “Strange Tales”. Sin embargo, debido a la complejidad que implicaba hacer una cinta con las características que lo rodean, es hasta ahora que existe la tecnología adecuada que decidieron hacerla, dijo el director del filme, Scott Derrickson.
“Doctor Strange”, en español Doctor Extraño, es la historia del vanidoso y arrogante, aunque exitoso neurocirujano, Stephen Vincent Strange, que queda incapacitado para realizar operaciones luego de que sufre un accidente de carro que le causa daños irreversibles en los nervios de las manos.
Luego de tratar sin éxito todos los posibles tratamientos de la medicina occidental, se aventura a viajar a Asia, donde se entera que existe un lugar donde un expaciente que era paralítico se curó y volvió a caminar. El único tip que recibe el doctor, que interpreta formidablemente el inglés, Benedict Cumberbatch, es que el lugar se encuentra en Katmandu, en un sitio llamado Kamar-Taj.
Ahí, Strange se une a un pequeño grupo de seguidores de un culto de artes marciales mágicas que es liderado por una encantadora conocida solo como la Ancient One, que interpreta Tilda Swinton.
Lo que no sabe el doctor es que su llegada a esta escuela será el camino para transformarse en un poderoso hechicero cuya tarea será proteger a la Tierra de las amenazas supernaturales de los malos en dimensiones alternas donde las leyes de gravedad y la física no existen.
Además de los excepcionales efectos especiales que se ven en la cinta, donde los rascacielos se doblan sin sufrir daños, los autos circulan de cabeza y las calles pueden ondularse como olas de mar, lo más atractivo del filme es el sólido grupo de actores que participa, entre ellos los mencionados Cumberbatch, Swinton, Rachel McAdams (la novia de Doctor Strange), Benedict Wong (el bibliotecario) y el genial Mads Mikkelsen (Kaecilius, el malo de la película).
El director del filme dijo que su primera opción para interpretar el papel de Doctor Strange fue Cumberbatch, a quien esperaron por unos meses –y por eso se atrasaron tanto la fecha de filmación como de estreno de la cinta– debido a que el artista estaba trabajando en una obra de teatro en Londres.
“Hablamos con otros actores, muy buenos también, pero queríamos a Benedict para este proyecto, y por eso decidimos esperarlo”, dijo Derrickson en la conferencia de prensa.
Y fue una decisión acertada. Cumberbatch ha interpretado exitosamente a personajes como Sherlock Holmes y tiene una sólida carrera en el teatro clásico. Así que ahora verlo en un papel tan intenso y de tantos contrastes como el del Doctor Strange ha sido un regalo para los más fervientes seguidores de los cómics de Marvel (y también para los que no somos tan fervientes).
El debut de Cumberbatch en el Universo Cinematográfico de Marvel ha sido uno de los más celebrados por los críticos de cine y por los fans de los superhéroes. También por los que sabemos poco de este mundo, pero que igual lo disfrutamos.
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