Los productores de ‘Beauty and the Beast” no pudieron escoger a una mejor actriz que Emma Watson para interpretar a Belle en la versión animada en vivo de este clásico de Disney.
La cinta, que estará en los cines el 17 de marzo, es una recreación de la película animada que estrenó este mismo estudio en 1991. La protagonista es Belle –Bella en español–, una chica “rara” que vive en una villa francesa y cuyo único interés en la vida son los libros (esa es su “rareza”).
Hace unos días, estuve en una conferencia de prensa en la que participaron varios de los actores de la nueva versión de la cinta, entre ellos Emma, a quien admiro porque, a pesar de lo joven que es –tiene 26 años– es una mujer rebelde, fuerte, preparada, exitosa y súper feminista –algo que seguramente no le gustará a muchos hombres–.
Recuerdo que en una ocasión la prensa rosa la relacionó con el príncipe Harry de Inglaterra, a lo que ella contestó con mucha clase en un tuit:
“Mundo, ¿recuerdan esa breve conversación que tuvimos acerca de no creer en todo lo que se escribe en los medios?”.
A pesar de que a muchos les gustaría verla en un castillo, Emma nos ha demostrado que, al menos por ahora, esa vida no es algo que le interese.
No obstante, la carrera de actriz de Emma ha transcurrido en varios castillos, primero en el de la serie de Harry Potter, donde interpretó a la precoz Hermione Granger, y ahora en el de “Beauty and the Beast”, donde su personaje de Belle queda atrapado luego de que ella libera a su padre, a quien tuvo prisionero Beast, interpretado por Dan Stevens.
Durante la rueda de prensa, Emma, quien apenas tenía unos meses de nacida cuando se estrenó la cinta animada, dijo que “Belle es este tipo de símbolo del hecho de que los libros pueden ser rebeldes; pueden dar un poder increíble, liberar. Son los medios para viajar a… puedes viajar a lugares en el mundo a los que nunca podrías bajo otras circunstancias”.
Emma sabe lo que dice. Ella es una ávida lectora. Estudió literatura inglesa en la Universidad de Brown, en Rode Island, de donde se graduó en 2014; para ello rechazo jugosos contratos de cine, pero porque estaba convencida de que tenía que terminar su carrera.
Belle, la rara que les contaba, es una chica a la que persigue Gaston –Gastón en español–, el guapo de la villa, quien piensa que porque es un galán la chica caerá a sus pies. Sin embargo, a nadie detesta más Belle que a este hombre, no solo por petulante, sino por poco educado y por, se podría decir, un tanto bruto.
Lo que me encanta de Belle es que no está interesada en el amor, como sucede con muchas de las princesas de los cuentos de hadas. El amor llega a ella de manera inesperada. Como saben –no estoy echando a perder la trama–, la chica se enamora de Bestia pero no por un acto de magia. Cae rendida ante este príncipe encantado porque es educado, refinado y le encanta leer, como a ella.
Respecto de su personaje, dijo que se sentía orgullosa de interpretarlo porque había “cierta seriedad acerca de ella, honestidad”,
“Y de ninguna manera se avergüenza de ello, y no es fácil no se aceptada y no es fácil escoger las batallas; no es fácil tratar de moverte y de trabajar contra lo establecido, trabajar a contrapelo, moverse contra el status quo”, dijo. “Pero ella lo hace con esta increíble intrepidez. Y tú sabes, con la ayuda de su padre, pero en realidad creo que es algo que ella sortea por sí misma”.
Cuando le preguntaron que cómo lidiaría ella con esos sentimientos de no pertenecía, dijo que “para cualquiera que se sienta fuera de lugar, hay un mucho grande y ancho con mucha gente diferente con opiniones, perspectivas e intereses diversos”.
“Sal y encuentra tu tribu, ve y encuentra tus espíritus similares, y ellos existen, no necesariamente llegan fácil. Ve tras las cosas que amas y que te apasionan. Ahí están, pero no desistas. Ahí están”, dijo.