Entre los seres vivientes y no vivientes, míticos y verdaderos, los que más impresionan a mis hijos son los dinosaurios y los dragones. Y mientras más temerarios, mejor.
No sé si todavía son muy pequeños para entender que los primeros existieron hace millones de años y que los otros son producto de la imaginación, que solo habitan en los cuentos. Pero para el caso es lo mismo, ambos son fascinación extrema para mis ellos.
Lo que yo ignoraba es que los dragones son parte de la mitología de varias culturas, y desde tiempos inmemoriales. Eso lo aprendí en “Dragones fabulosos”, un libro de cuentos que llegó a mis manos –como muchos de los libros para niños que tengo– vía una de mis hermanas, que deshizo su biblioteca infantil par dar paso a una para sus hijos ahora adolescentes (por cierto, lean esta nota que escribí hace tiempo con tips para crear un acervo de textos infantiles con poco dinero).
“Dragones fabulosos”, escrito por la autora y actriz uruguaya, Denise Despeyroux, incluye siete cuentos de distintas épocas y culturas, en los que los míticos y casi siempre iracundos monstruos son los protagonistas.
“San Jorge y el dragón”, el cuento que inicia el libro, es una leyenda medieval europea que cuenta la historia de la llegada de esta bestia a una ciudad en la que devoraba todo a su paso. Los pobladores, para calmarla, hicieron un pacto con ella, que consistía en darle de comer un joven o una joven que serían devorados por el monstruo (¡gulp!) Recuerden, es una leyenda.
Así mantuvieron al dragón por un tiempo hasta que la suerte le tocó a la hija del rey, que cuando estaba a punto de ser comida por la bestia, apareció un caballero cabalgando a toda velocidad que clavó su lanza en el monstruo y así salvó la vida de la princesa.
El caballero era San Jorge, quien por haber liberado a la ciudad del dragón se convirtió en un héroe para la eternidad.
Me dio risa este cuento porque San Jorge no apareció a salvar a ninguno de los pobladores sino hasta que le tocó a la hija del rey. Pero si han leído otros cuentos medievales, se van a dar cuenta de que la nobleza en realidad creía su vida estaba por sobre la de cualquier otro ser que no fuera de “sangre azul”.
“El lago de los dragones” es una leyenda japonesa de 400 años antes de Cristo, “Beowulf y el dragón guardian del tesoro” es una leyenda nórdica y “La perla del dragón” es un cuento –literalmente– chino.
Está también “El Bunyip”, un antiguo relato australiano, “El último dragón”, cuento inglés y “Juan el Oso y los dragones”, una leyenda francesa.
Las historias están contadas en párrafos muy breves y cada una ocupa unas 5 o 6 páginas.
Pero hay dos elementos que me encantaron del cuento, además de las historias: su pasta dura –a prueba de niños con manitas destructoras, como mi terremoto de 2 años– y las maravillosas ilustraciones realizadas por la española, Sara Ruano.
Lo que adoré de los dibujos de Ruano es que cada cuento está ambientado de acuerdo con la época y la cultura a la que pertenece el relato. Las princesas medievales en verdad usaban atuendos como los que muestra la ilustradora en “San Jorge y el dragón”.
Y de los dragones, pues como venían encarnados en todo tipo colores, formas y tamaños, en este libro hay para todos los gustos y sabores.
“Dragones fabulosos“, de la editorial española Parramón, está disponible en Estados Unidos en Amazon y tiene un costo de 22 dólares.
¿Qué piensan tus hijos de los dragones? Comparte tus anécdotas.