Cuando el Acuario del Pacífico anuncia que durante este verano tendrá en sus instalaciones muchas maravillas nuevas que mostrar, no exagera.
Si se dan una vuelta por este lugar, ubicado en el puerto de Long Beach, en California -a unas 22 millas al sur del centro de Los Ángeles-, se van a encontrar con un sinnúmero de especies acuáticas y aves. Pero sobre todo, con un museo marítimo que siempre trabaja por tener en sus instalaciones algo nuevo y sorprendente para ofrecer a sus visitantes.
Hace unos días me di una vuelta por ese lugar, uno de mis favoritos del condado angelino -y de mi hijo Víctor también-. Me invitaron con motivo de la inauguración de las nuevas atracciones que tiene el acuario para este verano. Salí de ahí embelesada, conmovida; ahora les cuento por qué.
Hicimos un recorrido guiado por varios puntos del museo. La primera parada fue en la jaula de un par de alciones, aves que habitaban en Guam hasta que la isla fue invadida por una plaga de serpientes que llegaron en barcos provenientes del Pacífico Sur, allá por la Segunda Guerra Mundial. Estos depredadores acabaron con casi todas las especies de aves de este lugar.
En 1984, varias instituciones, entre ellas la Asociación de Acuarios y Zoológicos, crearon un programa de recuperación de las aves que quedaban. El Acuario del Pacífico es parte de este grupo, y por eso habilitó uno de sus espacios para albergar una pareja de alciones.
Se trata de un ave de cuerpo pequeño y colorido con un pico grande. Son pájaros tímidos, diría yo, a los que les gusta esconderse detrás de troncos y follaje.
Rob Mortensen, curador del acuario, nos dijo que solo quedan poco más de 130 de estos especímenes en el planeta, y que esperan que con el programa se multipliquen y puedan regresar a la naturaleza.
El Acuario del Pacífico es una de las contadísimas instituciones del país que cuenta con un aviario para reproducir esta especie.
Luego pasamos a dos exhibiciones nuevas en el Molina Animal Care Center, una de esponjas y corales, y otra de cangrejos herradura. Ambas buscan explicar al visitante el importante rol que tienen las especies marítimas en el cuidado de la salud humana. Algunas de estas pueden ser fuentes de medicinas y curas para el cáncer y otras enfermedades.
El fin de la exhibición de las esponjas y corales es mostrar cómo estas especies han sido expuestas a tantos peligros. Su deterioro se debe al calentamiento y acidificación de los océanos.
En cuanto al cangrejo herradura, debo decirles que nos explicaron que se trata de algo así como una pulga de mar, pero de enormes dimensiones. Recibe este nombre por la forma de su caparazón en forma de “u”, y se puede tocar.
La sangre de este cangrejo, especie antrópoda que existe desde hace 20 millones de años, es utilizada para experimentos médicos.
Después pasamos a la impresionante y nueva sección donde se exhibe en varios de sus estadíos -desde que es pequeña hasta que se convierte en adulto-, la trucha arco iris, que desova en los ríos San Gabriel, Los Ángeles y otros del sur de California para luego volver al océano. En 1997 casi se extinguió debido a la destrucción de cauces, desaparición de ríos por sequía y la contaminación. Por eso se incluyó en la lista de especies en peligro de extinción.
¿No les parece suficiente? Pues entonces pasen a tocar a los tiburones martillo, las rayas doradas, vean tras bastidores cómo se alimenta a los animales, conduzcan un vehículo que explora el fondo del mar o vean pingüinos de cerca (durante junio). O pasen a ver el microscopio en 3D que permite ver lo más pequeño que existe bajo el mar o vean una película sobre la vida marina.
Todo esto los espera en lo que el acuario ha titulado Summer of Wonder. Ni más ni menos.
Para más información visiten la página www.aquariumofpacific.org/espanol.