Cuando te digan que Knott’s Berry Farm es un parque para niños chiquitos o que no hay mucho que ver, es porque esa persona, o nunca ha estado ahí, o no ha explorado el sitio como dios manda.
Yo he visitado Knott’s muchas veces, desde que era felizmente soltera y sin hijos, hasta ahora que soy madre de dos terremotitos, uno de 2 y uno de 4 años. Y les puedo asegurar que en ambas circunstancias la he pasado de pelos (léase en buen español, de maravilla).
Siempre que voy descubro algo nuevo, algo me impresiona, nunca me regreso con la sensación de no querer volver en mucho tiempo, como sí me pasa con otros sitios similares que he visitado. Lean mi post 8 motivos para no visitar Knotts Berry Farm y entenderán un poco más por qué les digo esto.
Hace unos días fue la última vez que fui con mi familia a ese parque temático; fui invitada a propósito de la apertura de Voyage to the Iron Reef, la nueva atracción del lugar que además es interactiva. En nuestro recorrido nos topamos con varias sorpresas, entre ellas algunas que nos recuerdan que detrás de Knott’s hay una historia muy bonita, la del granjero que vendía zarzamoras y otros frutos a la orilla del camino, y que, con el tiempo, sin quererlo, fue creando atracciones para los niños de las familias que llegaban a comer al restaurante de su esposa, con lo que sentó las bases de lo que ahora conocemos como Knott’s Berry Farm.
Estas son algunas de las sorpresas con las que me topé en mi reciente visita al parque. Échales un ojo, y si quieres saber de lo que te espera en este verano aquí hay una lista de lo que te vas a encontrar.
¿Musica guapachosa en Knotts? ¡Sí! Y mira qué buena bailada están echando estos señores, que por lo que se ve con todos unos expertos en los ritmos cumbiancheros. ¿A poco no se antoja estar ahí para presumir que uno también sabe mover el bote?
¿Qué tiene de especial este video? Pues que muestra la forma en que antiguamente se sacaba agua del subsuelo, y mis hijos aprendieron eso al tener frente a ellos una bomba original, del siglo 19. Claro, ahora es tan fácil obtenerla; solo abres la llave de su casa y ya tienes el vital líquido, pero antes -y todavía en algunos países-, tienes que acarrearla todos los días para llevarla a donde se necesita.
Mientras recorríamos el parque, nos llamó la atención este hombre que hablaba de sus costumbres y tocaba música típica de su grupo indígena. Fue una lección maravillosa para las familias que se detuvieron a verlo, porque además de sus enseñanzas vestía con la ropa que solían usar. Al final hubo oportunidad de hablar con él y algunos niños aprendieron algunos malabares, como esta niña a la que el protagonista le colocó aros en los brazos.
¿Una pista de hielo en Knotts? ¿Y en pleno verano? Sí, y te va a impresionar el espectáculo, en el que los personajes de los Peanuts llegan a Hollywood -con todo y Snoopy, por supuesto-, con ganas de conquistar la meca del cine. El show incluye a un grupo de excelentes patinadores profesionales, que dan muestra de sus impresionantes habilidades, sobre todo el coreógrafo y su pareja. Los van a identificar inmediatamente.
No se asusten, estas cucarachas de Madagascar no andan en las cloacas ni rondando por la calle. Supuestamente son más limpias que sus primas las que tenemos en casa. Puedes verlas, así como tarántulas, gecos y otras y especies en la exhibición disponible en una de las antiguas casitas en el área del Viejo Oeste. Tus hijos los podrán tocar (y más vale que les pongas el ejemplo).
¿Una escuela en Knotts? Sí, pero no es cualquier escuela. Es un edificio original, un salón de clases que data de finales de 1800. Puedes entrar, sentarte en sus pequeños escritorios, tocar lo que está ahí adentro. Es una joya de verdad; te transporta a más de 150 años atrás.
Si ya conoces estos tesoros, felicidades. Si no, te estás perdiendo de mucho. Acuérdate de que además de los divertidos juegos mecánicos, Knotts tiene una linda historia por detrás. ¡Descúbrela!
Ulises dice
Tengo que admitir que soy una de esas personas que se ha dejado influenciar por los comentarios de “ese es un parque sólo para niños…” Pero después de leerte, en la primera oportunidad ¡iré a visitarlo!
Victoria Infante dice
Ulises, dale una oportunidad. Y si puedes, visítalo en la temporada de Halloween. Es súper divertido.